Albert Einstein o la revancha del destino. Durnate sus primeros cuarenta años, el padre de la relatividad construye su personaje solo, contra todos. Se convierte en el más grande científico de su tiempo. A los cuarenta años, su vida se desplaza a lo contrario de todo cuanto había elegido. El oso solitario es devorado por su propia fama, arrastrado por el tumulto del mundo. Judio que ha olvidado su tradición, tiene que unirse al movimiento sionista; pacifista y defensor de la objeción de conciencia, incita al presidente Roosevelt a construir la bomba atómica. Y el sabio genial se aferra a sus certezas y rehaza la física nueva. "Dios no juega a los dados", repite, hasta que escucha la respuesta de Nielsh Bohr: "¿Quién eres, Einstein, para decir a Dios lo que tiene que hacer?". Esta suerte de "novela" de un hombre excepcional es también la de un siglo portador de todas las esperanzas y padre de todas las barbaridades.
No Digas a Dios Lo Que Tiene Que Hacer: Einstein, La ...
"Dios no juega a los dados". SÍ Así es como Einstein expresaba su desprecio por el hecho de que la mecánica cuántica solo se ocupa de probabilidades, no de predicciones exactas.
No digas a Dios lo que tiene que hacer: Einstein: la ...
No digas a Dios lo que tiene que hacer. Einstein: la novela de una vida . François de Closets . Francisco GARCÍA OLMEDO | Publicado el 03/03/2005 . El nombre de Albert Einstein evoca casi cuatro millones de entradas en la web, el doble de las correspondientes a Winston Churchill y unas veinte veces superior a las que genera Werner